Chicago deja ir una ventaja parcial y cae 2-1 ante San Diego
Tras un año lleno de altibajos futbolísticos y emocionales, de problemas dentro y fuera de la cancha, de lesiones y ausencias, pero también de un espíritu de lucha y una persistencia interminables, la temporada 2022 de las Chicago Red Stars ha llegado a su fin.
Las Red Stars sucumbieron por tercera vez en la temporada ante el San Diego Wave, esta vez en tiempo extras de la primera fase de los playoffs de la NWSL por 2-1 en un juego único en el que Chicago dejó hasta la ultima gota de sudor sobre el terreno del Snapdragon Stadium.
Todo el trajín físico por el que tuvo que pasar Chicago por las ausencias esta temporada, terminó siendo su talón de aquiles en el momento más importante. Fueron hora y media de altísimo estrés y sufrimiento, tratando de aguantar un 1-0 que gradualmente se esfumó.
La esperanza nació temprano desde un error craso de la portera Kailen Sheridan al minuto 10, regalándole el primer tanto de la noche californiana a Yuki Nagasato.
Fueron unos 20 minutos del futbol de más alto nivel que hemos visto por parte de Chicago. Crearon no menos de tres oportunidades claras para aumentar la ventaja y poner en serios aprietos al conjunto local.
Sin embargo, lo que vendría es el comienzo de un largo calvario.
A partir del minuto 30, el partido fue todo del Wave. Toda jugada a balón parado y todo centro de San Diego, primordialmente creados por el sector de Rachel Hill y Zoe Morse, representaba peligro. Peligro que al final se tradujo en el gol del empate al minuto 67, en los pies de una Emily Van Egmond que aprovechó su llegada desde segunda línea a la perfección.
Milagrosamente, Chicago pudo aguantar el resto de los 90 minutos regulares a pesar de agotar todo su tanque físico y de los golpes golpes recibidos en su cuerpo y en su espíritu. Pero se venía lo más complicado: el tiempo extra.
30 minutos infernales en los que, de alguna manera, las Red Stars sacaron del fondo de su alma un par de oportunidades para marcar un segundo gol. Y como heroínas, aguantaron hasta más no poder, con una
Alyssa Naeher que su puso su capa para salvar una y otra vez.
Y como si fuera una tragedia del mismísimo Shakespeare, el golpe final vino faltando 10 minutos para concluir el tiempo suplementario gracias a un error de la misma Naeher, tras remate de Alex Morgan.
Un final de poesía para estas Chicago Red Stars que lo dejaron todo en el terreno de juego. Honor a estas jugadoras y este cuerpo técnico que nunca se dejaron doblegar por las circunstancias, y que murieron peleando como los grandes campeones. Esperamos que con el 2022 se vayan tantas lesiones y tanta amargura extra cancha.
Ya vendrá el 2023: el año de la revancha.
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